El mundo de la barbería es sin duda una profesión dominada por los hombres. Y aunque es posible que eso no cambie pronto, una peluquera llamada Taylor Leven está trabajando arduamente para asegurarse de que todos tengan la oportunidad de expresar su creatividad detrás de la silla.A los 25 años, Taylor acaba de abrir su propia barbería llamada Headspace. Taylor también es embajadora de Booksy y miembro del equipo Wahl Pro Select. Su carrera como educadora la ha llevado a varias ciudades del mundo. Más recientemente, subió al escenario para enseñar a los recién llegados a la industria en diferentes partes de Asia, incluidas las principales ciudades como Tokio, Japón.Los seguidores de las redes sociales aplauden regularmente a Taylor por su innegable talento con las herramientas del oficio y por su capacidad para comercializar creativamente su trabajo en línea. Pero a pesar de todos sus dones, Taylor enfrentó una cantidad inaudita de rechazo cada vez que solicitaba trabajos de peluquería.Independientemente de sus contratiempos, esta apasionada peluquera y dueña de una tienda experta en los negocios actualmente pasa sus días y noches con confianza, pero invitando casualmente a los invitados a su tienda neutral en cuanto al género, donde promueve la inclusión mientras celebra diferentes culturas.Adéntrate en el colorido mundo de Taylor Leven. Siga leyendo para conocer sus esfuerzos por desafiar los estereotipos y superar los límites. Taylor es un rayo de esperanza en un mundo lleno de problemas complejos. Su dedicación a generar un cambio social se ganó nuestra atención y merece la suya. Y esa es exactamente la razón por la que seleccionamos a Taylor para nuestra campaña del mes de la mujer.
Antes de crear el negocio que Taylor literalmente llama "hogar", pasó más de cinco años perfeccionando su oficio y dejando su huella en la industria. Con una doble licencia tanto en cosmetología como en peluquería, Taylor se hizo un nombre al dominar los cortes de pelo cortos y el estilo de longitud más larga.“Toda mi carrera me moldeó para convertirme en la persona que soy hoy. Los clientes pueden ir a un salón y no pueden obtener peinados cortos. O pueden ir a una barbería y no pueden obtener un estilo más largo. Esas personas me han encontrado como base, porque tengo experiencia y conocimiento en ambas áreas ”, dijo Taylor.Aunque Taylor deseaba desesperadamente crear un espacio para su creciente base de clientes, mujeres que querían cortes más cortos y hombres que se inclinaban por peinados más largos, también necesitaba encontrar una tienda que la acogiera como peluquera y celebrara su talento.“Cuando me convertí en barbero, apliqué a todas las peluquerías de la ciudad de Chicago. Y todos se rieron en mi cara, literalmente. Pero sabía que esto era lo que quería hacer. Y, honestamente, dejé que me motivara ", dijo, y agregó que la gente le decía que nunca lo lograría en la industria.Esas duras opiniones proporcionaron la motivación que Taylor necesitaba para abrir su propia tienda, donde podría mostrar sus talentos, conectarse mejor con la comunidad de peluqueros y brindar a otros profesionales la oportunidad que nadie le dio.“Después de la cuarentena, tuve todo este tiempo para reflexionar. Y me di cuenta de que no estaba contento con el lugar en el que estaba. Pero también me di cuenta de que las cosas que necesitaba para sentirme realizado, no las podía encontrar en ninguna otra tienda que yo conociera. Entonces, me di cuenta de que necesitaba crear lo que le faltaba a la industria ”, dijo.
Sin dudarlo, Taylor admite que parte de su decisión de abrir Headspace provino de la dura realidad de que tendría que crear su propio camino, si iba a tener un impacto como peluquera en una industria tan competitiva que generalmente está dominada por hombres.Todo llegó a buen término para Tayler mientras pasaba junto a un edificio vacío que anunciaba que estaba a la venta. Taylor hizo una cita para ver el espacio. Luego firmó un contrato de arrendamiento al día siguiente de entrar. Y Headspace abrió oficialmente unos meses después, en enero de 2021.“Creo que lo más importante es que la gente quiere esperar hasta que esté lista. Pero nunca estarás listo. Nunca lo sabrás todo. Siempre hay más que aprender. Es como en la vida con tu salud, con tu espiritualidad: es una ola. Es una montaña rusa. La vida es un tornado en constante cambio, un viento mundial por el que solo tienes que atravesar ", dijo.Es raro que un joven profesional dé un paso por su cuenta para abrir un negocio. Pero es aún menos común que una peluquera abra una tienda a los veintitantos años. Tayler decidió hacer precisamente eso. Abrió Headspace en Downers Grove, Illinois; el suburbio de Chicago fue donde nació y se crió. Y al crear este espacio para servir mejor a sus clientes, tomó en consideración sus propias experiencias.“Fue muy importante para mí crear un espacio seguro, donde cualquiera pudiera cruzar la puerta y sentirse como en casa y sentirse como si fuera una familia. Quiero que todos los que están aquí vivan salvajemente y sin miedo, porque nunca sentí que pudiera hacer eso en otras tiendas. Entonces, así es como quería modernizar el mundo de la barbería ”, dijo.
Para Taylor, abrir su propio negocio significaba crear una tienda que reflejara los conceptos de inclusión y aceptación que ella quería que proyectara su espacio. Para que eso sucediera, eligió un aspecto andrógino para el espacio, de modo que cualquiera que entrara a la tienda pudiera sentirse como en casa.Los suelos de madera son de un color gris neutro. Y los estantes minimalistas apoyan indiscriminadamente plantas en macetas, junto con productos de calidad profesional como aceites para barba y champús. Cada miembro del personal se para con orgullo frente a una estación de madera, donde las herramientas de peluquería esenciales son lo único disponible: barbicida, peines, tijeras y una variedad de protectores diferentes.“Este es uno de los únicos trabajos en los que no es necesario ponerse una máscara para ir a trabajar. No tienes que cambiar tu verborrea. No tienes que cambiarte de ropa. Solo vienes como eres. Y ese nivel de paz es algo a lo que no se le puede poner precio ”, dijo.También fue importante para Taylor contratar personal que pudiera internalizar esta mentalidad, amar el trabajo que hacen y conectarse con las personas a las que sirven. Entonces, contrató una sala llena de profesionales de diferentes orígenes sociales, étnicos y económicos. Pero se aseguró de que cada uno de sus empleados crea en brindar igualdad de acceso a oportunidades y recursos para las personas que podrían ser marginadas.“Lo más importante para mí es la personalidad. Creo que cualquiera puede aprender a cortar el cabello, pero no puedes enseñarle a alguien cómo preocuparse por otras personas. No puedes enseñarle a alguien cómo ser simplemente una buena persona. Y eso siempre ha sido lo principal para mí. Porque en un espacio de este tamaño, todos se alimentan unos de otros. Entonces, si la energía se apaga, todos la sentiremos ", dijo.
Avanzar para Taylor significa enfrentar algunos de los problemas que la reprimieron en el pasado. Y eso se debe a que otros pueden estar pasando por la misma lucha. Por lo tanto, su objetivo es continuar empoderando a los demás e inspirar confianza a través de cada corte, afeitado y estilo.Taylor proyecta el mismo mensaje en cada miembro del personal que emplea o asesora. Taylor también cree que tener la mentalidad adecuada es lo único que frena a la mayoría de las personas. Entonces, ella anima a sus aprendices a reunir suficiente fuerza de voluntad para simplemente levantarse y decir: “¿Saben qué? Voy a hacerlo." Y eso se debe a que Taylor cree que todo el mundo tiene un don. Y esos dones deben compartirse con el mundo.Con respecto a la industria, Taylor cerró diciendo que espera que su espacio inspire cambios en la forma en que las personas se ven unas a otras. Quiere ver más igualdad y más personas conectadas en un terreno común. Y quiere ayudar a más personas en esta industria a entenderse verdaderamente entre sí.“Creo que es una separación muy grande. O bien, te peinas el cabello de los hombres, te peinas el cabello de las mujeres. Y eso es lo que me pregunta la gente. "Entonces, ¿te peinas el cabello de los hombres o de las mujeres?" Yo lo hago, el cabello de todos. No me separo. No segrego. Todos somos humanos. El cabello que usemos en la parte superior de la cabeza no tiene nada que ver con nuestro género. Y creo que eso debe cambiar ”, dijo.
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