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Coronavirus: retos y oportunidades del sector de la belleza

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Tabla de contenido

La llegada del Coronavirus ha tenido un impacto sin precedentes en la economía mundial. Uno de los sectores más sacudidos por la crisis sanitaria ha sido el sector de la hostelería, que ha tenido que cerrar sus puertas para poder cumplir con las medidas de seguridad, especialmente con el distanciamiento social. En una situación similar se ha visto el sector de la belleza, pues es una actividad que no es posible realizar a distancia, como puede ocurrir en el sector de la banca o en las empresas en las que se trabaja con ordenador. La peluquera o la técnico de uñas no puede hacerte las mechas o la manicura a distancia. ¿Te imaginas? Pura ciencia ficción.. Además, una de las cosas que más se valoran en la industria de la belleza y el cuidado personal es el contacto directo entre el profesional y el cliente. ¿Quién no se ha pasado horas hablando con la peluquera o la esteticista mientras nos sube la decoloración de las mechas o nos hacen las uñas? Ese momento tan especial entre profesional y cliente es lo que hace única a la industria de la belleza, pues es ahí cuando se crean las amistades y estamos deseando pedir una segunda cita en nuestro establecimiento favorito.

Actualidad en la industria de la belleza

La industria de la belleza es una de las más poderosas de este siglo, en el que el cuidado personal y el aspecto físico han cobrado una gran importancia. Si bien la preocupación por la belleza ha estado presente en todas las culturas durante siglos, no es hasta ahora cuando contamos con la tecnología necesaria para realizar todo tipo de tratamientos estéticos. El boom de la depilación láser hace un par de décadas o el aumento de tratamientos como las extensiones de pestañas o las manicuras permanentes han dado lugar a la apertura, cada vez mayor, de centros de estética que den respuesta a esta demanda. La industria de la salud y la belleza mueve miles de millones alrededor del mundo —en el año 2019 facturó una cantidad de 500 mil millones de dólares, según un informe de la compañía Edited— y ha experimentado un crecimiento progresivo hasta la llegada del coronavirus, (ese enemigo común que tanto odiamos todos) cuando los establecimientos se vieron obligados a cerrar. Sin embargo, cuando se acercaba el fin del confinamiento, vimos cómo los centros de estética y las peluquerías tenían el calendario lleno de citas, pues muchos ya estábamos deseando volver a tener un pelo brillante y bonito, unas uñas largas y cuidadas y una piel radiante. Hemos sido testigos de muchos fails y desastres de intentos de tintes y cortes de pelo en casa durante el confinamiento. Es ahí cuando nos hemos dado cuenta de la importancia que tiene la mano de un profesional experimentado a la hora de obtener un buen resultado. Además, nadie mejor que un experto puede aconsejarnos sobre cuál es el tratamiento más adecuado para nosotros.

Impacto del coronavirus

Uno de los efectos de la crisis del coronavirus en el sector de la belleza ha sido la disminución en el uso de productos de maquillaje como el lápiz de labios o los polvos, y el aumento en la demanda de productos de cuidado facial como las cremas y los limpiadores faciales. Esto se debe a que el famoso «mask-acné», esos granitos tan molestos que nos salen en la zona del mentón y las mejillas, producidos por el uso de la mascarilla, ha llevado a los consumidores a demandar más productos de cuidado de la piel. Por otro lado, la parte superior de la cara ha cobrado protagonismo con el uso de la mascarilla. Al taparnos la zona de la nariz y boca, los ojos y las cejas son los protagonistas. La demanda en tratamientos de extensiones de pestañas y diseño de cejas ha aumentado muchísimo en los últimos meses. La demanda en productos de maquillaje que resaltan los ojos y las cejas también ha subido: la máscara de pestañas, el lápiz de ojos o el lápiz de cejas se han vendido como castañas. Aunque parece que los días del confinamiento domiciliario han llegado a su fin en nuestro país, la llegada del Coronavirus ha producido cambios profundos en nuestro estilo de vida y en nuestra forma de funcionar como sociedad. El modelo de trabajo desde casa o, como se le llama ahora, teletrabajo, que, aunque se ha llevado a cabo durante la pandemia para evitar la propagación del virus, ha venido para quedarse. Muchos empleados volverán a las oficinas, pero lo harán solo unos días por semana.

¿Para qué vamos a arreglarnos si nos quedamos en casa?

Bueno, en primer lugar, el autocuidado resulta fundamental para seguir manteniendo la autoestima alta, y más en tiempos de crisis. En segundo lugar, las relaciones sociales no dejarán de existir, las reuniones con familiares, amigos y compañeros de trabajo volverán a retomarse. ¿Y qué hay de las reuniones de Zoom? No es raro ver cómo nuestros compañeros siguen arreglándose, pintándose los labios o luciendo un pelazo de escándalo.El autocuidado es clave para mantener la autoestima alta durante tiempos de crisis, y es algo que se demostró durante la Segunda Guerra Mundial, con la teoría del pintalabios o el lipstick effect, que afirmaba que el uso del pintalabios rojo subía la moral de las mujeres en tiempos de guerra. Con el confinamiento social derivado del Coronavirus han llegado nuevas formas de relacionarse entre los clientes y los comercios. Y una de ellas es la digitalización. La comunicación entre ambos se realiza, cada vez más, a través de plataformas de gestión de reservas, como Booksy, y de distintas redes sociales como Instagram o Facebook.

Entra: Booksy

Con Booksy, las búsquedas interminables de centros de estética en tu ciudad se han acabado. En nuestra plataforma de reservas existe un abanico cada vez más amplio de establecimientos del sector de la belleza, donde aparece la descripción de los servicios ofertados, así como el precio de los mismos y las opiniones reales de otros clientes. La sociedad evoluciona, por unas razones u otras, y nosotros nos adaptamos a los cambios. En Booksy queremos hacerte la vida más fácil, sabemos que llevas un ritmo de vida frenético y que cuando no estás cortando el pelo, dando masajes o haciendo manicuras, estás al teléfono concertando una cita con un cliente. Es normal que no llegues a todo, y para evitar que pierdas clientes o bien por no poder atenderles como te gustaría o bien por no poder coger el teléfono, hemos creado una aplicación totalmente gratuita de reserva de citas que hace todas estas gestiones por ti. Los clientes pueden reservar online las 24/7. ¡Puedes recibir citas hasta cuando estás durmiendo! En Booksy creemos en las personas, y sabemos que están siendo tiempos difíciles. ¡Estamos aquí para ti!

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